La parte cognitiva de la TCC para el insomnio se centra en los pensamientos y creencias erróneas sobre el sueño que tienen los pacientes insomnes y que incrementan la ansiedad y la preocupación.
Estos pacientes tienden a hacer predicciones catastrofistas acerca de las consecuencias de dormir mal sobre su rendimiento diurno y sobre su vida en general. Estas cogniciones generan ansiedad y preocupación que interfieren con el sueño durante la noche. Asimismo, se ha señalado que, durante el día, la ansiedad y la preocupación sobre las consecuencias del insomnio conducen a una percepción sesgada de los déficits diurnos, atribuyendo todos sus problemas al hecho de no dormir bien. Estas percepciones y valoraciones sesgadas incrementan la preocupación y aumentan la ansiedad y, por lo tanto, dificultan tanto el sueño como el funcionamiento diurno de los individuos con insomnio.
Para poder realizar estas intervenciones, el primer paso consiste en identificar las creencias erróneas, los pensamientos concretos que generan ansiedad y las percepciones distorsionadas en cada paciente. Una vez identificados, se inicia la reestructuración cognitiva, en la que el terapeuta revisa junto al paciente los pensamientos disfuncionales y las percepciones distorsionadas y se ofrecen interpretaciones alternativas que se utilizan para reducir la ansiedad y, por lo tanto, mejorar el sueño y el funcionamiento diurno del individuo.
Otra técnica que se centra en aspectos cognitivos es la denominada “preocupación constructiva”. Muchos insomnes explican que sus problemas aparecen sobre todo cuando se van a la cama, no consiguen parar de darle vueltas y debido a ello no pueden conciliar el sueño. La técnica de la preocupación constructiva consiste en indicarle al paciente con insomnio que antes de irse a la cama, durante un tiempo pactado con el terapeuta, anote los principales problemas que piensa que van a interferir con su sueño. A continuación, debe escribir las posibles soluciones que se le ocurran en ese momento. Una vez hecho esto debe dejar el cuaderno sobre la mesilla y no abrirlo hasta el día siguiente. La hipótesis de trabajo es que al realizar esta actividad la persona ya ha reflexionado sobre el problema, por lo que le será más fácil poder parar de seguir dándole vueltas.
Bibliografía: «INSOMNIO CRÓNICO: SUBTIPOS BASADOS EN HALLAZGOS POLISOMNOGRÁFICOS, PSICOPATOLÓGICOS Y NEUROPSICOLÓGICOS.» Julio Fernández Mendoza, Universidad Complutense de Madrid, 2010